lunes, 4 de diciembre de 2006

La mamá de María del Mar


Es jóven. Fue la única objección que hizo Julia cuando hizo su recomendación. - A mi que me importa- , fué la respuesta que le dí ante lo que ella consideraba podía ser un problema.

Desesperada -como normalmente estoy cuando no tengo ayuda en casa, (cuánta desesperación he acumulado en los últimos años!!!) llamé a Monica, quién me compró con el sólo hecho de decirme ´´Yo sólo quiero trabajar para pagarme mis estudios´´. Genial! Justo lo que necesito, alguien que tenga algo de visión, que sepa leer y pueda referirse al listado de meriendas en lugar de preguntar todas las mañanas ¿Qué le van a poner a los niños hoy?

Así llegó Monica, tocaya de mi hermana. En sus pocos meses de vida en la casa no hubo forma de que cesarito entendiera que ella no era Tia Mónika, que era simplemente Monica... Como no entendió, siempre le decía La otra Tía Monica.

La primera vez que la ví traía un tubi que dejaba ver claramente sus ojos azules, esto junto a unos capris blancos más una sugestiva blusa que competía con sus ojos y unas plataformas que la hacían ver aún más alta de lo que era. Cuando vi su equipaje me dije a mi misma, -esta no es normal- al menos, no a lo normal a lo que una se ha acostumbrado.
No había fundas, no había macuto.
Un ´´Nécesser´´ color azul -como su blusa y sus ojos- llevaba sus pertenencias y una mochila de Floricienta llevaba sus libros del colegio.

Es jóven sí. Pensé. Pero seguí aferrada a la idea de que tener alguien pensante podía ser bueno. De esta forma, contradije a todas las madres, suegras, abuelas y amigas que no aconsejaban tener en la casa ´´mujeres jóvenes.. ´´ y bonitas...

Mónica bien podria ser el sueño de todo hombre, pero más aún de toda mujer. Cocinaba exquisito. Sí, Exquisito. Adios Arroz con habichuela y carne. Bienvenidos los platos.

Sorprendentemente rompío con la teoría de que la tayota no es buena con nada, pues ésta preparaba unas tayotas rellenas que eran de morirse.

La casa, lucia impecable. La ropa, muy bien cuidada. Los niños felices. (Se están preguntando por el marido... eh!) Este cuando la vio por primera vez, sólo dijo: Es linda si.... Y cocina bueno...

En fin que Monica era la antítesis de las casi treinta que anteriormente ocuparon su pequeña habitación: No veía novelas, prefería leer... Nunca olvidaré el día en que la encontré leyéndole a cesarito un cuento para dormirse, en ingles! Lo cual como ustedes sabrán es algo que nunca más he vuelto a ver y que sinceramente no creo que se repita.. .

-Monica, voy al supermercado le informe un día. ¿ Tu quieres que te compre algo? (yo a esta, hasta la tarea le hacia si queria!) Si, dijo. Necesito un desodorante que el mío se me quedo... Deporte, Jergens, Miss Key... Quizás Heno de Pravia... pensé. Por suerte, lo pensé y no pregunté.
Traigame un Secret baby powder, de los que son ´´clear´´. dijo ante mi atónito silencio. Esto no es normal, confirme..

Amenazada ante tanta perfección, Monica sin quererlo me obligó a estar en la casa maquillada, peinada de salón, cero shorts, cero pijamas, esto así por que la niña se cambiaba en las tardes y estaba mas a la moda que Carlitos Lamarche...
Cuando salía con ella, solía además de maquillarme y peinarme, vestirme en exceso no fuera cosa que la gente pensara que ella era la mamá de Maria del Mar y que yo, era la asistente. (Para los que no conocen a mi bella Maria, 'esta tiene los ojos claros y el pelo negro. Si, justo como Monica...)

Así, las bromas sobre Monica iban y venían. Todo el mundo seguía la permanencia de ella en la casa. Mi suegra desde NY se preocupaba cada día más de las historias que escuchaba. Doña Miledys solo alcanzaba a decir Bueno... Y yo feliz de tenerla!
Para mí era como un sueño hecho realidad. No había que decirle Nada! No había que preocuparse por nada! Que más se podía pedir?

Un buen día, me entero de que cumple años y muy animada voy a comprarle un regalo con Cesarito. Al entregarselo, tan discreto como todo niño de su edad le dice - Mi mami te la compro en SEMA... A lo cual, ella respondió: Ay! esa es mi tienda favorita... A lo que Cesarito añadió: Siiii y de mi mami también... Sin comentarios...Todo un momento Kodak... Todavia lo recuerdo y me dan ganas de ponerle un tapon en la boca.
Para colmo, la selección fue repetida y ante un -Ay ya yo tengo esa pero en blanco...- di por cerrado el capítulo del cumpleaños número 22 de Monica.

Las sorpresas siguieron y cada día un nuevo detalle afloraba: Tenía un celular (Postpago, leáse con factura y activado con dos números!) Usaba esmaltes Opi, maquillaje de Avon, tenía cuenta de ahorro y ahorraba!, leía el periódico (no los anuncios del súper, las noticias) preparaba limonada frozen y dormía en pijama de ositos!!! Lo de Monica no tenía madre, cada día era una nueva y agradable sorpresa, hasta que de pronto las cosas empezaron a cambiar.

De repente, la alegría de Monica empezó a apagarse y toda aquella perfección se veía mermar en la casa. Nunca entendí que fué lo que paso. Evidentemente enfermó y según ella, su familia le prohíbio seguir trabajando.

Ante el desconocimiento de lo que sucedía y ante varios días de ausencia, llamé a su hermana para saber qué pasaba. - Es que Monica ta mala... dijo. Sí, pero ¿ Qué es lo que le pasa? pregunté. Yo la puedo llevar al médico para ver que le dicen..
Bueno, es que eso no es de médicos, respondió la hermana. A ella se le mete un muerto y se pone como loca y empieza a darle galletas a todo el mundo y a estrallar cosas...
Ah,
dije. Casi sin voz. Bueno, pues está bien, que se mejore entonces. Cuando ella quiera que pase a buscar el dinero de la quincena...

Así, concluyó el capitulo de Monica. Días despúes, volvió a recojer sus cosas, las cuales entro en el Nécesser y en la mochila de Floricienta. Con ella, se fue la ilusión de algún día ayudarla a conseguir un trabajo como recepcionista y así iniciar un ascenso laboral.

Tiempo despúes me di cuenta que con ella, también se fue mi blusa de lino negra, otra camisa del mismo color y mis jeans MANGO, con lo cual volví a la realidad: No existe diferencia alguna, Cuando de ellas se trata, uno nunca sabe que puede pasar...

domingo, 12 de noviembre de 2006

Ramonita

Luego de la intro llevo días decidiendo a cuál de las 35 le toca el primer turno. Es una dura selección por que todas han dejado una que otra huella memorable en la casa; pero despúes de mucho pensar, sin duda alguna ese honor le corresponde sólo a Ramonita.

Primero por el nombre, el cual hace honor a lo que la pobre mujer le ha tocado ser en la vida.

Segundo por que fue la primera -y de seguro la última- por la cual pague... Sí, como cualquier Isaura de siglos atrás me costó RD$1,500 ante una ''Doña que consigue buenas muchachas''. ''Son tan buenas que es la que le consigue servicio a Rosa de Mejía, la esposa de Hipólito... fue la recomendación.

La garantía? ''Si no le sirve yo le consigo otra''. Dijó la Doña al teléfono cuando ya desesperada le llame.
Debo reconocer que no estaba de acuerdo en pagar por alguien, pero tuve que recurrir a contratar los servicios de Doña Minerva a fin de encontrar la solución al problema de casi 1 mes sin servicio y mami en Santiago!!!

Luego de muchas llamadas y dos días de espera llegó Ramonita. La cual no duró ni un mes en mi casa, pero fue tan especial que se ganó el primer lugar!

Al montarse en el carro lo primero que me dijo fue Te traje un regalo!. Con la alegría de cualquiera que se acaba de bajar de un avión desde Nueva York. A seguidas, sacó de varias fundas un bello collar rosado que ya ni sé donde ha ido a parar.

Con dos o tres días en la casa, Ramonita cual si inocente y al mismo tiempo crudo niño de 6 años dijo:
Ay! que niña tan linda! Refiriéndose a mi hermosa María del Mar.
A seguidas, siguió:
Y a quién salió ella tan linda por que ustedes dos no son tan bonitos... Refiriéndose por supuesto a César y a mí...

No hubo respuesta, por que al final de cuentas, ella no iba a entender nada de descendencias ni rasgos familiares ni mucho menos pedigree...

Dia tras día, Ramonita se superaba a sí misma. Pero sólo en sus comentarios y ocurrencias, por que la pobre mujer no sabía ni fregar, ni lavar, ni planchar y qué decir de cocinar. Todo lo que hacía en la casa lo hacía mal.

Ella recalcaba todos los días su parecer de que María del Mar era demasiado linda - y cada vez que podía volvía a su análisis inicial, atreviéndose incluso a decir que ''esa niña era demasiado linda para tener un nombre tan feo...

Ramonita, cómo te atreves a decir eso? Acaso tu no sabes que María es el nombre de la madre de Jesús y que es uno de los nombres más bellos que existe! y si a eso le agregas del Mar, imagina tú cuánta belleza!
Ay no, respondió. A mi no me gusta eso. Debió ser Sthepanie, Michelle... y otros nombres que ahora no recuerdo pero que evidentenemente eran sus favoritos.

Los días pasaron y una tras otra: Para que tu compraste esos muebles tan feos?
Ramonita, no vayas a decir eso delante de Don César mira que esos muebles costaron mucho dinero y tardamos más de 1 mes seleccionando.
-Ay Dios! dijo. Yo por eso no hubiese dado ni tres pesos... Concluyó.

Así era - o es- de especial. Logré tolerarla unas 4 semanas por que cuando no era una cosa, era otra.
En ese corto tiempo: Me hizo salir incontables veces de la oficina por que la niña no dejaba de llorar, bañó a María del Mar con aceite jhonson, rompió una plancha, se cayó limpiando unos gabinetes, piropeo a mi papá, se consiguió un maestro constructor que trabajaba por la casa -y que incluso fue al edificio a verla!, llamó miles de veces a San Cristóbal... nos guardó de almuerzo sopa de fideos con arroz y habichuelas...guardó la compra en la nevera exactamente como llegó (si, entró TODAS las fundas a la nevera sin apenas abrirlas)... y mucho más ocurrencias hasta que una tarde ya no pude más y le dije: Tu y yo no nos entendemos.
Luego de decir todas las malas palabras habidas y por haber sacó su bulto y se fué- No sin antes caerse en la escalera y maldecir más de 10 veces por tener que devolverse a decirme Doña, se me quedó el dinero en la tabla de plancha..

Inmediatamente llamé a Doña Minerva para contarle el trágico desenlace. Ah, dijo. Déjeme mandar a buscarle otra, no se preocupe, yo la llamo.

Gracias a Dios no me preocupé, por que ya han pasado 6 meses y aún espero su llamada.


martes, 24 de octubre de 2006

Intro


La idea de escribir un libro sobre el tema es por el momento, ambiciosa. Algo más cercano a la realidad es llevar las anécdotas a una columna de alguna revista que se anime con el tema. Pero creo, que una buena forma de empezar es creando mi propio blog: Cuando de ellas se trata...

Es una idea que he ido abrazando desde hace unos años cuando empezó mi ''crujia'' con el tema...

Esto, no intenta ser más que un espacio de catarsis colectiva sobre las vicisitudes, malos ratos y, en pocas ocasiones ; momentos de felicidad -mejor dicho alivio- que esos maravillosos seres nos hacen vivir.

Ellas, comparten una característica común a los hombres: para nosotras, son indispensables! sin éstas no podemos vivir!
Por más que lo digamos (y que lo querramos) es prácticamente imposible hacerlo.

Siempre, terminamos confiando en una que ''sabe trabajar''. O en otra que ''me la recomendó fulana que tiene 20 años con su hermana. De una manera u otra, esos personajes, se adueñan de nuestras vidas y hacen de nosotras lo que se le viene en gana.

Mami , les llama trabajadoras, puro y simple. Cómo si estas pobres mujeres no tuvieran más nada que hacer en su vida.
Yanira, más sútil, les dice doméstica. Mónika, rompió esquemas con el título de Mucama (aunque casi a todas les ha llamado Cachifa..) otras siempre llevan consigo el título de ''Mi muchacha'', cómo si tuvierámos el título de propiedad... algunas son ''la sirvienta, ''la doña'' unas más europeas: ''la nana'' , unas más gringas ''la baby sitter'' . Otros son tan despectivos que no merecen mencionarse.

En fín, nombres hay de más y sin importar cuál utilicemos, estos ''seres'' llegan a nuestras vidas a controlarnos en algún momento y a descontrolarnos en otros. A ser luz y oscuridad, a ser alivio y a veces luto, pero sobre todo a hacernos esclavas, pagándoles a ellas por servirnos y sobre todo por necesitarlas continuamente.

Cuando de ellas se trata, a partir de hoy, es un espacio abierto para todas las ramonitas, estelitas, altagracitas, rositas e incluso para todas aquellas de nombres menos comunes: Tuti, damaris, monica, natividad, pura, ruth...

Es una recopilación de todas las anécdotas de estas maravillosas mujeres que día a día tienen en sus manos la responsabilidad de saber hacer las cosas como a ''la doña'' le gusta. Tener la casa limpia, despolvar, barrer, suapear, recoger, limpiar los baños, cocinar para la 1:oo, lavar, a veces planchar, cuidar los niños e incluso a veces, atender al marido!
Por que cuando de ellas se trata... Una nunca sabe qué esperar...

V.