domingo, 20 de julio de 2008

Vivir distraídos no es inteligente.

Me topé con uno de esos artículos que de primera impresión no dan deseos de leer pero al final vence la curiosidad, lo lees y resulta ser de lo más interesante: Cómo volver a prestar atención en un mundo distraído.

En el mismo, Maggie Jackson, autora de "Distracted: The erosion of attention and the coming Dark Age" plantea uno que otro concepto interesante para compartir pues sé que la distracción no es un tema exclusivo a mi persona.

Todos vivimos ya en un mundo en donde por ejemplo, llegamos temprano para trabajar algo importante y se presentan 2, 3, 4 micro reuniones informales, la mayoría de las veces, no agendadas, seguidas o a la par de llamadas telefónicas improvisadas y kilométricas, hasta que nos damos cuenta que llegamos el mediodía con la pantalla en blanco.

La distracción es ya parte de nuestra agenda. El artículo destaca que la baja más importante en esta era en donde reinan las altas tecnologías es la atención. Indica además que el trabajador promedio del conocimiento cambia de tarea cada tres minutos y ya distraído, necesita media hora para reanudar la tarea original.

Las interrupciones y el tiempo promedio de recuperación de la atención consumen aproximadamente el 28% de la jornada de un trabajador. Adicionalmente indica que se fomenta la perdida de las oportunidades para colectar energía creativa cuando los asistentes revisan sus correos electrónicos en dichas reuniones.

Cualquier parecido a nuestra realidad, no es pura coincidencia. La autora plantea que lo necesario es aprender a hablar el idiomar de la atención y destaca que la atención es un trío de capacidades: enfoque, consciencia y atención ejecutiva. Es decir, podemos estar estar en una playa, ser consciente de ello, enfocarnos en el azul del mar y tener la capacidad de planear y tomar decisiones en ese sentido.

La sabiduría es el arte de saber qué pasar por alto, cita al mencionar la predicción de William James, famoso psicológo norteaméricano.

Comme si de rien n’était


Así mismo es, habla y vive. Como si no pasara nada.
Cerca de sus 41 años es una mujer que tiene los pies muy bien plantados sobre la tierra, como las
mismísimas bases de la Torre Eiffel sobre el suelo de París.

Desde que escuché de ella por primera vez llamó mi atención, no por la pasarela (tema que por demás no suelo seguir mucho) sino por que tiene un tipo de belleza distinto y porque luego de ser una modelo tan exitosa, logró ser una artista de cierta importancia, algo en lo que muchas de su categoría fracasaron.

Sus amores anteriores, también llamaron mi atención: Donald Trump, Mick Jagger, Eric Clapton, Kevin Costner y muchos otros. 40 años y 30 amantes, a eso le llamo yo un buen average.

En una entrevista publicada por El País, me pareció que ciertas respuestas más que sencillas,son sinceras, espontáneas, naturales. Pero más que todo, inteligentes. Algo así como una guía de actitudes a asumir o quizás simplemente una alerta que se enciende y nos dice, fíjese bien, si Madame Sarkozy piensa de esta forma, quizás haya que revisarse y echar a un lado las poses, junto con ciertos puntos de vista vanales, conservadores, frivolos y ridículos.

Aquí, algunas de esas preguntas y respuestas, a propósito del lanzamiento de su nuevo disco: ‘Comme si de rien n’etait’.

¿Por qué un disco ahora? ¿Por qué he hecho este disco?
Porque es mi trabajo y tengo la suerte de poder hacerlo.

La popularidad de su marido en su primer año de mandato ha caído en picado. ¿Cree que esa bajada en las encuestas tiene algo que ver con usted?
Tiene que ver con los tiempos difíciles que corren para la gente en Francia. Tiene que ver con el hecho de que él quiere cambiar muchas cosas y a la gente no le gusta cambiar tanto. Hay mucho inmovilismo. Tiene que ver con la economía, que está en una situación difícil. Tiene que ver con los combustibles, que son muy caros… Pero, desde luego, no tiene que ver conmigo. No soy tan importante.

¿No le molesta que el juicio de la crítica sobre su trabajo, para bien o para mal, sea todo menos musical?
Lo que más me preocupa en la vida es la indiferencia. Quiero que guste o que no guste, con mayúsculas, pero que no deje a nadie indiferente.

¿Su disco está hecho con la cabeza o con el corazón? No hay discos hechos con la cabeza. En mi caso sería imposible. La cabeza no es importante en la música.

La cuestión es que conocemos todas sus conquistas desde que tenía 20 años por los medios de comunicación. ¿No le molesta?
Para nada, he tenido una vida y ahí está.
Pero hay famosos que lo ocultan todo… Que se esconden, que lo nieganEs cierto, pero yo no puedo hacerlo. Y como no puedo ni sé hacerlo, pues no me oculto y lo llevo bien.

¿En ‘Ma jeunesse’ se refiere a su juventud perdida? Sí, señor, Ma jeunesse se refiere a mi propia juventud. ¿Es una canción nostálgica?
La juventud es una página que se pasa. No es triste pasar página, es necesario; no se puede estar toda la vida en la misma página.

‘Tu es ma came’ (‘Eres mi droga’). ¿El amor es su droga?
Es una canción bonita que ya había escrito hace bastante tiempo; es una canción sobre el amor apasionado. Ese amor desesperado de cuando uno necesita a otra persona como si se tratase de una droga; una verdadera adicción.

Pero le ha ido todo bien: una buena familia, dinero, buenos estudios, unos padres cultos; ‘top model’, amante de éxito; cantante de éxito; primera dama. Es como un cuento de hadas.
Tengo mucha suerte, pero eso no ahuyenta los problemas o los desastres. Todo el mundo tiene problemas, todo el mundo tiene desastres. Nadie puede decir desde fuera si eres feliz o no. Parece un cuento de hadas, pero es una vida. Y tus desastres nadie los conoce. Sólo tú.
Pero usted es la imagen del éxito… No. Soy la imagen del trabajo, porque podría haberme conformado con lo que tenía cuando nací. Lo que me hace más feliz es el trabajo que he hecho desde que tenía 18 años.

¿Se ha desnudado demasiado en este disco? ¿Se arrepiente de haber contado demasiadas cosas sobre usted?
Sólo me avergüenzo de las cosas que no he hecho.
¿Por qué se ha casado? ¿Por qué se ha complicado la vida? ¿Por qué, siendo una persona tan libre, ha dado ese paso?
Porque estoy enamorada.
¿Cómo se lleva tener dos sombreros tan diferentes, el de cantante bohemia y el de recatada esposa del presidente? ¿No es algo esquizofrénico? ¿No se vuelve loca? Es muy sencillo, tengo dos sombreros, pero la cabeza que hay debajo es la misma: la mía, la de siempre.

domingo, 13 de julio de 2008

DICAT

Nuestro país avanza en algunas cosas y esto no es una cuña al gobierno. Al menos, damos ya unos pasitos en materia del servicio que ofrecen algunas instituciones públicas, las cuales a mi parecer, son mucho más eficientes que hace unos años.

Digo esto porque me ha tocado hacer varias de esas diligencias que antes le daban a uno un dolor de cabeza de tres días (1 día por todo lo que ahí se veía, otro por los famosos buscones y otro por la impotencia de tener que volver al mismo sitio por esos 3 días).

La Policia Nacional, por ejemplo, con todos sus defectos para mí tiene ya al menos una virtud: El Dicat: Departamento de Investigación de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología.

Hace unos meses recibí varios emails y mensajes en los que no sólo se abusaba de mi privacidad, sino que también se me amenazaba, acosaba e intimidaba. Las vías eran diversas. Mensajes de texto, emails, llamadas telefónicas tanto a mí como a mis relacionados.

El "Ciber acoso" (ciber-acoso, acoso online) es definido por Wikipedia como el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como e-mail, mensajería instantánea, mensajes de texto, blogs, teléfonos móviles y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios, y puede constituir un crimen informático.

Gracias al DICAT, en tan sólo unas 9 semanas pude saber de dónde provenían dichos mensajes.
Para todos aquellos que hacen y deshacen en el Internet sin precoupaciones y tras el anonimato, sepan que no vale que se conecten de centros de Internet ni en casas de amigos o robándose alguna señal de WIFI. Tampoco vale que se cree un usuario de Yahoo España u otro lugar para estos fínes.

El DICAT los rastrea y usa todos los medios posibles, no sólo locales sino también internacionales, para hacer su trabajo.

Esta institución trabaja junto a la Procuraduría General de la República, con el apoyo tecnológico de INDOTEL, las telefónicas y la Presidencia de la República. Quizás por eso funciona tan bien.

Si en lugar de ser el agresor, usted es víctima de este tipo de situaciones tan lamentables, escribame un comentario. Con gusto lo refiero a las personas correspondientes, dos generales muy eficientes y atentos a quienes no es necesario mencionar de forma pública.
Uno de ellos, dio por concluída la investigación diciéndome: "Usted decide si lleva el caso a la fiscalía correspondiente". Es perfectamente demandable.
Luego de semanas pensándolo. Ya tomé la decisión. Veamos ahora que tan eficiente es la Procuraduría.

sábado, 12 de julio de 2008

¿Qué momento en la vejez te abrigará?

Hace ya 3 años fuí a su último concierto en el Hotel Jaragua, un encuentro que disfruté de inicio a fin. Ahora viene con Vidas, disco considerado el más poético, vital y optimista de todas sus producciones.


Recuerdo que al lanzarlo, leí en El País que Vidas llega tras una larga temporada de retiro y silencio. "Creo que estaba cansado", dijo para explicar su temporal alejamiento. "Eran 10 años y ocho discos y necesitaba parar para tomar aire".

Creo que esa oxigenación le hizo bastante bien. Sin duda alguna, Vidas es uno de sus mejores discos: extremadamente sencillo, natural, sin poses, no le sobra ni le falta nada. Vidas es simplemente buena música y poesía.

Para algunos, Pedro Guerra es aburrido. Otros piensan que le falta morbo, que no tiene esa inteligencia, esa ironía que tiene Drexler, quien le es superior. (Debo admitir que esta última parte es cierta) pero para mí, en buen dominicano, Pedro Guerra tiene un qué se yo, mezclado con un no sé qué.
No tiene nada que ver con su físico, obviamente, pero es una cosa indescriptible que sólo puede tener alguien que al leer una noticia sobre el hallazgo de dos esqueletos abrazados, escriba una canción como 5000 mil años y la defina como "Es lo más parecido al amor eterno".

De esta producción, todo es bueno. Pero mi favorita es Huellas. La cual me hace pensar cada vez que la escucho en cuál será ese momento de vida que me abrigara en la vejez: algún buen recuerdo de mi abuela o de mi madre, uno de mis dos partos, una de esas sonrisas fakes de Cesarín, un te amo mami o un besito "sonao" de María del Mar. Quizás la luna o esa dulce sensación de amarlo todo de una vez, como bien dice la canción:


Cuantas cosas dejan huella/ cuantas cosas se recuerdan/ cuantas brillan en el tiempo aunque no estés.

Cuantos rastros, cuantas cosas/ cuanto al fin es lo que importa/ que momento en la vejez te abrigara.

Un parto, una sonrisa, una ilusión, aquel abrazo, una canción, la lluvia dibujada en el cristal.
Un beso, una caricia, la emoción de aquel encuentro, una razón, la tarde que desgasta la ciudad.

Cuantas cosas dejan huella/ cuantas cosas se recuerdan/ cuantas brillan en el tiempo aunque no estés.

Cuantos rastros, cuantas cosas, cuanto al fin es lo que importa.
Que momento en la vejez te abrigara
La luna y esa dulce sensación de amarlo todo de una vez, las brasas que aún incendian la pasión.
La calle, la cornisa y el balcón, el mapa mudos de tu piel, el fruto merecido del amor.

Cuantas cosas dejan huella/cuantas cosas se recuerdan/ que momento en la vejez, te abrigará.

domingo, 6 de julio de 2008

Paris Je T'aime

La idea me acaba de llegar. Estuve en Paris, hace ya 3 años y nunca escribí nada sobre ello. Creo que esto vino a mi cabeza por que escuché que alguien que acaba de estar allá dijo que el Moulin Rouge era un disparate y recuerdo que también tuve la misma percepción.

Estuve en Montmartre. Disfruté del espectáculo que ofrece en sus afueras la iglesia del Sagrado Corazón. Gente de todos lados, jóvenes, no tan jóvenes, expresando en el idioma que correspondiera su maravilla ante este lugar.

Este cielo azul nunca más visto en otro lado me permitió disfrutar de aquel encanto especial de ese barrio lleno de escalinatas, de esas que te dejan sin aire. Allá en ese apartamento, vive Jhony Deep, dijo el guía. Y todos miramos con cara de querer encontrarlo en ese preciso momento bajando por la estrecha calle.

Estuve en el Louvre y me dejó sin aire. Allí, justo allí no me pude controlar y eché a un lado la educación doméstica para violar las reglas y hacer una dominicanada. Lo siento, tenía que tomarle una foto, ya todos conocemos el poder de aquella sonrisa.

Allí, Un WOW común retumbaba en la entrada a los apartamentos de Napoleón. Todo rojo. Todo oro. La Venus de Milo, el Patio de la Esfinge, el Cuarto Rembrant, la gran galería. En la tienda, todo el mundo giró a ver qué pasaba cuando grité ¡Lo encontré! Refiriéndome al cañón. El único pedido que me había hecho Cesarín, con apenas dos años, como si el supiera que en Paris sería tan fácil encontrarse uno.
Visité Disney y en el por primera vez escuché de Cars y del Rayo McQueen. Por primera vez vi a Mimi y a Mickey en persona, a Lilo, a Stich, a Mr. Increíble, a Woody y muchos otros que hoy sólo veo por televisión en compañía de María del Mar y César Augusto.



Y por supuesto, La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, La Madeline y Notre Dame, en donde hice una petición por ya no recuerdo qué cosa.


Paris Je T'aime, perdóname el haber tardado tanto en decírtelo.








La casa de la abuela

Ayer estuve en la casa de la abuela. Luce distinto y no huele igual. Entonces recordé la teoría de los olores que hace días discutía con Wendy: Cuando algo no huele igual, ya no es lo mismo que era. No importa como luzca, si pierde el olor con el que lo identificabas, ha perdido su esencia.

La casa de la abuela. El lugar perfecto para celebrar lo que fuera: Nacimientos, bautizos, cumpleaños, bienvenidas, tardes de dominó entre todos los tíos, nochebuena, año nuevo, día de reyes o simplemente domingos por la tarde.

Caminé por el patio en el que de niña jugaba como si fuera Leslie en El mundo mágico de Terabithia. Recordé el día en que mi hermana cerró su puño por un largo rato ante el ataque de histeria que le provocó saber que había agarrado un sapo en lugar de alguna fruta. -¡Córtenme la mano! decía, ante la risa también histérica de todos los que la veíamos.

Los nombres de Raymond y Gregory siguen de negro en la pared de fondo en el patio, como si buscaran hacerme recordar la primera vez que escuché la palabra graffiti.

Ya no están los grandes árboles de bambú, aquellos que reían a las 12:00 de la medianoche de cada fin de año y al que los perros misteriosamente ladraban y ladraban por horas sin que alguien nos diera una explicación lógica del hecho.

La casa de la abuela. Aquella que una vez caminé dormida por la madrugada, queriendo salir a buscar el avión que había caído en el patio, hecho por el cual fui el hazmerreír y la anécdota de todos por mucho tiempo.

Después de 20 años, More sigue ahí. Parado del otro lado de la verja, me hizo recordar cuando con apenas 12 años, saludaba con la misma sonrisa y la misma alegría particular que le fuera dada con su retraso mental.

La casa de la abuela, puede que ya no huela igual, puede que luzca distinto, pero aún mantiene su esencia. Algunas cosas parecen no cambiar nunca.
Algunas teorías no son del todo aplicables.