domingo, 12 de noviembre de 2006

Ramonita

Luego de la intro llevo días decidiendo a cuál de las 35 le toca el primer turno. Es una dura selección por que todas han dejado una que otra huella memorable en la casa; pero despúes de mucho pensar, sin duda alguna ese honor le corresponde sólo a Ramonita.

Primero por el nombre, el cual hace honor a lo que la pobre mujer le ha tocado ser en la vida.

Segundo por que fue la primera -y de seguro la última- por la cual pague... Sí, como cualquier Isaura de siglos atrás me costó RD$1,500 ante una ''Doña que consigue buenas muchachas''. ''Son tan buenas que es la que le consigue servicio a Rosa de Mejía, la esposa de Hipólito... fue la recomendación.

La garantía? ''Si no le sirve yo le consigo otra''. Dijó la Doña al teléfono cuando ya desesperada le llame.
Debo reconocer que no estaba de acuerdo en pagar por alguien, pero tuve que recurrir a contratar los servicios de Doña Minerva a fin de encontrar la solución al problema de casi 1 mes sin servicio y mami en Santiago!!!

Luego de muchas llamadas y dos días de espera llegó Ramonita. La cual no duró ni un mes en mi casa, pero fue tan especial que se ganó el primer lugar!

Al montarse en el carro lo primero que me dijo fue Te traje un regalo!. Con la alegría de cualquiera que se acaba de bajar de un avión desde Nueva York. A seguidas, sacó de varias fundas un bello collar rosado que ya ni sé donde ha ido a parar.

Con dos o tres días en la casa, Ramonita cual si inocente y al mismo tiempo crudo niño de 6 años dijo:
Ay! que niña tan linda! Refiriéndose a mi hermosa María del Mar.
A seguidas, siguió:
Y a quién salió ella tan linda por que ustedes dos no son tan bonitos... Refiriéndose por supuesto a César y a mí...

No hubo respuesta, por que al final de cuentas, ella no iba a entender nada de descendencias ni rasgos familiares ni mucho menos pedigree...

Dia tras día, Ramonita se superaba a sí misma. Pero sólo en sus comentarios y ocurrencias, por que la pobre mujer no sabía ni fregar, ni lavar, ni planchar y qué decir de cocinar. Todo lo que hacía en la casa lo hacía mal.

Ella recalcaba todos los días su parecer de que María del Mar era demasiado linda - y cada vez que podía volvía a su análisis inicial, atreviéndose incluso a decir que ''esa niña era demasiado linda para tener un nombre tan feo...

Ramonita, cómo te atreves a decir eso? Acaso tu no sabes que María es el nombre de la madre de Jesús y que es uno de los nombres más bellos que existe! y si a eso le agregas del Mar, imagina tú cuánta belleza!
Ay no, respondió. A mi no me gusta eso. Debió ser Sthepanie, Michelle... y otros nombres que ahora no recuerdo pero que evidentenemente eran sus favoritos.

Los días pasaron y una tras otra: Para que tu compraste esos muebles tan feos?
Ramonita, no vayas a decir eso delante de Don César mira que esos muebles costaron mucho dinero y tardamos más de 1 mes seleccionando.
-Ay Dios! dijo. Yo por eso no hubiese dado ni tres pesos... Concluyó.

Así era - o es- de especial. Logré tolerarla unas 4 semanas por que cuando no era una cosa, era otra.
En ese corto tiempo: Me hizo salir incontables veces de la oficina por que la niña no dejaba de llorar, bañó a María del Mar con aceite jhonson, rompió una plancha, se cayó limpiando unos gabinetes, piropeo a mi papá, se consiguió un maestro constructor que trabajaba por la casa -y que incluso fue al edificio a verla!, llamó miles de veces a San Cristóbal... nos guardó de almuerzo sopa de fideos con arroz y habichuelas...guardó la compra en la nevera exactamente como llegó (si, entró TODAS las fundas a la nevera sin apenas abrirlas)... y mucho más ocurrencias hasta que una tarde ya no pude más y le dije: Tu y yo no nos entendemos.
Luego de decir todas las malas palabras habidas y por haber sacó su bulto y se fué- No sin antes caerse en la escalera y maldecir más de 10 veces por tener que devolverse a decirme Doña, se me quedó el dinero en la tabla de plancha..

Inmediatamente llamé a Doña Minerva para contarle el trágico desenlace. Ah, dijo. Déjeme mandar a buscarle otra, no se preocupe, yo la llamo.

Gracias a Dios no me preocupé, por que ya han pasado 6 meses y aún espero su llamada.