sábado, 4 de octubre de 2008

5 y 3

Los niños son algo realmente impresionante. Tienen esa capacidad de reaccionar de forma única ante cualquier situación, sobre todo aquellas que de adultos, nos hacen volvernos locos de preocupación, tensión, angustia e incluso miedo.
Los niños son sabios. Dicen las palabras precisas en el momento más apropiado. Pero sobre todo, sonríen, sueñan, juegan. Sabiendo, quizás sin saber.
Los niños son realmente sorprendentes. Hacen las preguntas menos esperadas o responden de la forma más inesperada. Quizás porque de antemano saben la pregunta y sólo esperan que llegue el momento para responderla.
Los niños son dignos de imitar. Ayer mi hijo de 5 años decidió regalarle a Mamá (su abuela) unos pajaritos porque la jaula estaba vacía. No los eligió del color que a él le gusto, sino en blanco porque era el que a Mamá le gustaría.
No les puso nombre, porque como era un regalo, Mamá debía hacerlo "y si ella nos lo pide, entonces le ponemos un nombre, pero que a ella le guste"...
Los niños son maravillosos. Tocan piano cuando uno piensa que no hay cabida para alguna melodía y usan rayos láser color rojo con binoculares, porque aunque esté oscuro, así todo se puede ver mejor.

1 comentario:

Marino dijo...

Tendemos a creer que los niños son idiotas... pareciera que es una esperanza que tenemos de que nos será fácil gobernarles...

Pero en realidad, los niños lo que no sabes es hablar... ¿o será que se hacen los mudos?

Desde el momento en que nacen, hasta el día en que se casan o se mudan de casa, los hijos se enfrascan en una lucha constante por identificar nuestras debilidades para posteriormente explotarlas...

Divinos enemigos los maiditicos...