domingo, 1 de junio de 2008

Guerra, moda, tecnología y excesos...

Luego de mucha controversia la pasada semana se anunció el retiro de la publicidad de Dunkin Donouts en la que Rachel Ray exhibía una bufanda que según un grupo de bloggers conservadores, debo decir ¿Extremistas? ó ¿Llama la atención? o quizás ¿Paranoicos? dejaban por sentado que se trataba de una promoción del símbolo del terrorismo.

La fuerza de Youtube y la influencia de los blogs produjeron finalmente la retirada del spot. No hubo nadie en frente de algún restaurante con un letrero que rechazara la publicidad. Seguí la noticia por Internet desde inicios de mayo y no, no lo hubo. Ya hoy eso es algo menos necesario.

Las voces de cualquier parte del mundo se siguen alzando para reclamar lo que se nos ocurra. En este caso, los autores de Little Green Footballs iniciaron ataques y bombardeos durante varias semanas y junto con ellos, otros bloggers más conservadores aún, insistieron en acusar la empresa de promover el tradicional pañuelo de los hombres árabes que simboliza la asesina yihad palestina.

La guerra ya no sólo se da en los campos de batalla. Trasciende a la moda, hace uso de la tecnología, el poder de los medios y la apertura. Lo que era un simple accesorio terminó con la campaña publicitaria de un café helado, llevándose el presupuesto asignado, cientos de horas de trabajo y un obvio malestar entre la cadena y el talento quien aparentemente eligió la prenda.

La Kufiyah en EEUU es una bufanda de moda que ha logrado saltar de las mesas de ventas callejeras a las cadenas de ropa internacionales. Alguna de ellas, como Urban Outfitters, se vieron obligados a retirarlas de sus escaparates a raíz de la presión de grupos pro-Israel.
¿Se trata de guerra? ¿de moda? o ¿es un exceso?

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